viernes, julio 08, 2005

Qi Gong, la milenaria gimnasia china que hace furor entre los argentinos

)nota extraída del diario Clarín del 6/07/05)

Es una técnica auxiliar de la medicina tradicional china que consiste en una serie de ejercicios y movimientos de baja intensidad aeróbica. Sirven para relajarse y oxigenar el cuerpo.

Se escribe “Qi Gong” y se pronuncia “chi kung”. Es una técnica gimnástica auxiliar de la medicina tradicional china y se estima que tiene más de 4.000 años. De este “arte madre” se desprendieron diversas escuelas como el Kung Fu y el Tai Chi Chuan. “La adherencia a este tipo de ejercicio es cada vez mayor”, explicó a Clarín.com el doctor Roberto Peidro, cardiólogo y jefe del Centro de Vida de la Fundación Favaloro donde se dicta este método. Y aclaró: “existen muchos estilos diferentes, pero en 1996 el Ministerio de Salud de la República Popular China emitió una reglamentación en dónde se autorizan y reconocen oficialmente once escuelas de esta disciplina ancestral”.
Entre las evidencias históricas figuran las que indican que durante el tiempo de la Dinastía YAO (2357-2261 a.c) las personas utilizaban una danza para fortalecer el cuerpo y regular la respiración, la circulación de la energía (QI) y la sangre para curar sus enfermedades.

Es una disciplina psicofísica que “busca armonizar la energía que circula por nuestro cuerpo, a la vez que tratar de ensamblar al mismo ya armonizado con el entorno que nos circunda” explicó el Licenciado Roberto Tchechenistky, organizador y supervisor responsable de esta actividad en el Centro. Esto se logra, agregó, con ejercicios tanto físicos como respiratorios que han sido desarrollados por la cultura ancestral china, en combinación con la introducción de la cultura budista en esa sociedad. La práctica de esta disciplina, explicó por su parte el doctor Peidro, se basa en principios sencillos como: “regulación de la respiración, que tiende a manifestarse suave, fluida, rítmica, profunda y silenciosa; y relajación del cuerpo con adopción de posturas cómodas, para conocer y memorizar los movimientos”. Esta gimnasia incluye diferentes movimientos realizados en "cámara lenta", sin esfuerzos musculares, ni aceleraciones del corazón o la respiración. Al contrario, la respiración se disminuye. “Consiste en una serie de ejercicios y movimientos de baja intensidad aeróbica que pueden realizarse en diferentes posiciones (sentado, de pie, recostado) que actúa sobre las posibilidades de elongación muscular y relajación psico/física. A su vez, realza el manejo de los movimientos respiratorios y las técnicas de concentración y equilibrio” explicó el doctor Peidro. Una de las técnicas más conocidas es el dominio y control de la respiración abdominal, con la que se logra en el ámbito mental la relajación y, en el ámbito espiritual, la meditación. Sus logros más importantes se encuentran en la normalización individual de las funciones metabólicas, destacó el licenciado Tchechenistky, “a la vez que logra un importante aprovechamiento del oxígeno que respiramos, utilizando el mismo como “detergente” que produce limpieza en todos los órganos nobles y la posibilidad de encarar la longevidad con calidad de vida como objetivo principal”. En el Centro, agregó, “destacamos especialmente la orientación hacia lo cardiorespiratorio, pero al hacerlo también, colateralmente, se cumplen los otros objetivos paralelos”. Las personas que se acercan a esta disciplina en la Fundación, explicó el especialista, “son mayormente de 45 años o más, algunos con problemas cardiovasculares de vieja o reciente data, y buscan como objetivo primordial aminorar el estrés que la vida en una gran metrópolis produce inevitablemente, y eso se logra a través de estos movimientos lentos pero profundos en donde la respiración juega un papel preponderante”. Diferentes investigaciones, recalcó el doctor Peidro, “han demostrado beneficios en el tratamiento de la hipertensión arterial, posiblemente a través de la disminución de los estímulos simpáticos del sistema nervioso autónomo y de las catecolaminas circulantes (adrenalina y noradrenalina)”. A través de este mecanismo se explican los resultados obtenidos en pacientes con insuficiencia cardiaca estable. Además, “es posible observar reducciones en la frecuencia cardiaca de reposo, lo que puede contribuir en el tratamiento y rehabilitación de patologías coronarias crónicas; y en personas de mayor edad se han observado mejorías en la elasticidad, equilibrio y biomecánica. Incluso, el dolor generado en procesos degenarativos como la artrosis, puede ser combatido a través de la práctica de estos ejercicios” explicó el especialista. El Qi Gong puede realizarse por personas de diferentes edades y condiciones físicas. Si bien debe ser prescripto por médicos en pacientes con enfermedades de diferente etiología, aclaró el doctor Peidro, por lo general no conlleva riesgos importantes por tratarse de un ejercicio de intensidad leve. De hecho, está aconsejado como ejercicio complementario en los programas de rehabilitación ya que colabora en la relajación muscular y mental, favoreciendo el tratamiento de factores de riesgo psicológicos para enfermedades cardiovasculares. Y han sido descriptos beneficios en niños y adolescentes.
En la Fundación Favaloro, explicó el jefe del Centro de Vida, “se han incorporado muchos pacientes y los resultados que estamos viendo son alentadores. Y los programas de tratamiento del estrés mental que se desarrollan en la Fundación tienen también en esta disciplina un interesante aliado”. Uno de los puntos importantes es la mejoría en la calidad de vida observada en varias series de participantes. Esta disciplina psicofísica ha evolucionado por varios miles de años de investigación en China y ahora está adquiriendo renombre por todo el mundo. Asiduamente el Centro de Vida de la Fundación Favaloro invita a clases abiertas y gratuitas de Qi Gong; donde se brinda una demostración y se explica en profundidad sobre qué trata esta disciplina. Para consultar se puede llamar al 4378-1289 o acercarse personalmente a Sáenz Peña 265. “La intención es proporcionarles las herramientas durante el par de horas que concurren semanalmente, para que luego desarrollen en su vida habitual las prácticas que los ayuden a conseguir los distintos objetivos, cuyos primeros resultados se pueden observar a pocos meses de comenzada la actividad” concluyó el licenciado Tchechenistky.